Como todos sabemos, el Meta Hunter Bioresonance Diagnostics es cada vez más popular hoy en día.
El postulado médico-filosófico sobre la curación de los enfermos y no sobre la enfermedad se conoce desde hace mucho tiempo, pero la terapia moderna se dirige principalmente a la enfermedad y la supresión de los síntomas. Se están haciendo esfuerzos para hacer frente a este hecho.
En los años 1940 – 1945, bajo la supervisión del Prof. Harold S. Burr de la facultad de medicina de la Universidad de Yale estableció un programa de investigación que incluía a muchos biólogos y científicos de otras universidades. La conclusión de esta investigación se puede resumir en las siguientes frases: “Todos los organismos vivos tienen campos eléctricos y por lo tanto campos magnéticos. Estos campos desaparecen después de la muerte del organismo”.
Las interacciones electromagnéticas tienen un significado fundamental en la organización, estructura y funcionalidad de los sistemas vivos en estado saludable y en caso de enfermedad. Dentro de las células, pero también entre las células, existe un constante intercambio de información por medio de ondas electromagnéticas.
Vibraciones electromagnéticas: estas son las principales fuerzas de la naturaleza. Regulan el metabolismo, el crecimiento, la distribución de hormonas, la sensación de dolor y todas las manifestaciones físicas de la vida. Fuerzas de conexión dentro de la molécula: estas son fuerzas magnéticas. Las moléculas no están conectadas físicamente entre sí, sino a través de la interacción electromagnética.
Humano - sistema electromagnético complejo, que interactúa con el medio ambiente en diferentes escalas de frecuencia. Las podemos dividir en frecuencias básicas, frecuencias auxiliares y frecuencias de intercambio de información energética entre las células.
Las frecuencias de intercambio de información energética entre células son de 40 a 70 GHz (lo que corresponde a 40 a 70 mil millones de frecuencias en segundos). Esta es la escala de frecuencias más importante para los humanos. Frecuencia básica – 7,8 y 14,1 Hz – estas son frecuencias alfa – y ritmos beta del cerebro. En realidad, está relacionado con las fluctuaciones de los campos magnéticos de la Tierra.
De esta manera, la naturaleza ha protegido al hombre durante el proceso evolutivo: los biorritmos humanos, similares a diapasones, como si resonaran junto con el campo electromagnético de la tierra y se sincronizaran. Entonces, el uso razonable del equipo Meta Hunter puede ayudarnos a comprender mejor el desarrollo del cuerpo.
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